Puedes complementar tu ducha con una serie de accesorios para que sea más práctica. Desde estantes en los que colocar los productos que utilizas con frecuencia a una espátula con la que retirar las gotas de agua que han quedado tras lavarte. ¡Descubre todos los elementos que puedes incorporar en este rincón de tu cuarto de baño!
Estantes
Cuando te duchas seguro que quieres tener a mano los productos que usas habitualmente: geles, champús, mascarillas… y no en el suelo, donde pueden derramarse y resultan más incómodos de coger. La mejor solución es decantarse por alguna estantería que se pueda adherir a las baldosas de la ducha gracias a ventosas o a bandas súper adhesivas.
Hay varios modelos de estantes: rectangulares, adaptables a una esquina de la ducha… Igual de recomendables son los colgadores reversibles. Elijas lo que elijas, dará un plus de confort a tu ducha y te ayudará a mantener el cuarto de baño más colocado. ¡Todo son ventajas!
Soportes
Los soportes también son muy útiles para sostener otros elementos que utilizamos al ducharnos: la esponja y la toalla. Si te decantas por aquellos que tienen ventosas, podrás ponerlos y quitarlos fácilmente cuándo y dónde quieras sin dejar ningún signo.
Para colgar las toallas también puedes instalar un toallero eléctrico en tu cuarto de baño. Su objetivo es calentar la estancia al tiempo que seca las toallas o el albornoz. Sin duda, es un accesorio de lo más práctico.
Alfombrillas, uno de los accesorios que puedes comprar para tu ducha
Si el plato de ducha es resbaladizo, especialmente con el jabón y el agua, lo ideal es que compres una alfombrilla con ventosas. De esta forma, evitarás posibles resbalones y caídas. Puedes optar por una que cubra parcialmente o por completo la superficie. También por pequeñas piezas que se coloquen en puntos estratégicos. ¡Tú eliges!
La alfombrilla es tan útil sobre el plato de ducha como junto al mismo para colocar los pies mojados cuando salimos de lavarnos. Decántate por una que sea gruesa, suave, que no se deslice y que sea algo secante; y deja a un lado las toallas. Estas se mojan en seguida, por lo que no resultan nada higiénicas.
Espátula limpiadora
Tras ducharte, quedan gotas de agua en la ducha, especialmente en la parte de la mampara. Para evitar que se sequen y den la impresión de un baño poco cuidado, hazte con una espátula limpiadora. Tan solo tienes que deslizarla por la superficie mojada para que las mamparas y baldosas de la ducha queden perfectas. También te evitará poner más empeño en la eliminación de manchas cuando la limpies periódicamente.
Alcachofas de ducha
Las alcachofas que vienen por defecto en los cuartos de baño de las casas son muy básicas. Si prefieres alguna que incorpore alguna novedad, puedes decantarte, por ejemplo, por una alcachofa efecto lluvia (mejor si es un modelo de barra para evitar hacer obras) o por una alcachofa con termostato para conseguir duchas a una temperatura ideal. Además, esta última supone un ahorro de agua importante.