Hay numerosos modelos de grifos de lavabo entre los que elegir. Para acertar en la selección, lo ideal es considerar aspectos como el tipo de lavabo de tu cuarto de baño, el estilo que buscas o la posibilidad de ahorrar agua. En este post te damos las claves necesarias para que aciertes en tu decisión.
¿Qué tipo de lavabo tienes?

Un aspecto muy importante al elegir un grifo es el tipo de lavabo en el que lo vas a colocar. Por ello, mide la distancia entre el caño del grifo y el tapón del lavabo, donde debe caer el chorro de agua; la altura bajo el caño y la longitud del caño del grifo. Lo ideal es que haya espacio suficiente entre el grifo y el lavabo.
Una vez tomadas las medidas, anótalas bien. Puedes encontrar grifos de varias tallas para lavamanos o lavabos encastrados: XS si tienen un ancho de entre 45 y 60 centímetros; S (60 y 80 centímetros); M, si oscilan entre 80 y 12 centímetros; y L para aquellos que superen los 120 centímetros.
Respecto a los lavabos de sobreponer, elige la talla M si tiene perforación para grifería; la talla XL en caso de que presente un tamaño estándar (menos de 38 centímetros de altura) o XXL si es grande y supera la medida del anterior.
Diseño y acabado

El diseño es igual de relevante al elegir un grifo de lavabo. Seguramente quieres que resulte armónico con el mismo lavabo, así como con el resto de elementos que integran el cuarto de baño. Los hay de diferentes estilos: rústicos, retro, vintage, modernos, clásicos… Elige el que mejor se adapte a tus preferencias y al tipo de decoración que predomina en la estancia. ¡Te costará decidirte entre tanta variedad!
Igual de numerosos son los acabados en los que podrás encontrar los grifos de lavabo. Pueden ser de acero inoxidable, cromado, de níquel o de latón. Todos ellos constituyen materiales muy utilizados, y ofrecen resistencia a la corrosión y a la oxidación.
Si buscas un toque de distinción y modernidad, ¿qué te parecería elegir una grifería con acabados de colores? Si no te convence y prefieres un tono más sobrio, discreto y elegante, te recomendamos los grifos blancos o negros. Otra opción son los acabados en oro, a los que se les aplica un baño en oro de 24 quilates.
¿Quieres ahorrar agua?
Si además de un grifo eficiente y estético, buscas ahorras agua, puedes decantarte por uno termostático. Consta de dos mandos: uno para regular la temperatura del agua y otro para hacer lo propio con el caudal de la misma. No se ven afectados por la apertura de otros grifos de la vivienda y, en caso de producirse un corte en el agua fría, son capaces de bloquear la salida de la caliente.
Otra opción es el grifo temporizado. Se activan por pulsación o sensores, permitiendo un gran ahorro de agua. Algunos incorporan ciertos equipamientos especiales para ofrecer una estética diferente. Esto, unido a la tecnología LED, posibilita que el agua desprenda colores en relación a su temperatura. Increíble, ¿verdad?