Aunque cueste creerlo, la temperatura del agua con la que te duchas es de suma importancia. Por ejemplo, en la mañana se suele recomendar una ducha fría para despertarte. Sin embargo, en la noche, cuando deseas relajarte y conciliar el sueño, lo ideal es una ducha caliente. Descubre de qué otras formas puede beneficiarte tomar una ducha con agua caliente.
1. Aliviar los síntomas del resfriado
Ducharse con agua caliente se considera un remedio natural contra los síntomas del resfriado y la tos. En general, el vapor y las altas temperaturas del agua ayudan a abrir las vías respiratorias, al eliminar la flema y limpiar los conductos nasales.
2. Relajar los músculos
Una ducha con agua caliente puede ser lo que el cuerpo te está pidiendo si sientes tensión y tienes los músculos rígidos. Además, si cuentas con un cabezal de ducha de alta presión, no dudes en dejar que el agua masajee las zonas del cuello, los hombros y la espalda.
3. Mejorar la salud cardiovascular
Un estudio publicado en North American Journal of Medical Sciences encontró que bañarse con agua caliente puede mejorar el flujo sanguíneo de pacientes con insuficiencia cardíaca crónica. Según la investigación, esto se debe a que los vasos sanguíneos se ensanchan de forma natural, al estar expuestos a altas temperaturas.
De forma similar, un estudio publicado en European Journal of Applied Physiology arrojó que sumergir los pies y la parte inferior de las piernas en agua caliente durante 30 minutos, fue capaz de disminuir la rigidez arterial. Esto es en especial relevante, dado que la escasa flexibilidad de las arterias está asociada con la aterosclerosis, una de las principales causas de la hipertensión arterial.
4. Promover la salud cerebral
De acuerdo a una investigación publicada en International Journal of Hyperthermia, tomar un baño de 20 minutos en agua caliente (a una temperatura de 42 grados centígrados), puede elevar los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF).
El BDNF es una proteína que cumple funciones importantes en el cerebro y la médula espinal. Entre ellas; estimular el crecimiento y desarrollo de las células nerviosas, así como mejorar la memoria y la capacidad de aprendizaje.
5. Mejorar la calidad de sueño
Si quieres conciliar el sueño más rápido y dormir mejor, considera ducharte con agua caliente. Estos efectos son gracias a la capacidad del agua tibia de relajar y aumentar la temperatura del cuerpo, lo que está asociado a quedarse dormido en menos tiempo.
6. Limpiar las impurezas de la piel
Para una piel impoluta, ducharse con agua caliente puede ser una muy buena opción. Resulta que el agua a altas temperaturas permite que se abran los poros de la piel y así eliminar la suciedad y las toxinas.
Algunas desventajas de ducharse con agua caliente
Por otro lado, bañarse con agua caliente puede tener sus desventajas. Algunas de las más conocidas incluyen:
- Secar e irritar la piel. Si bien es cierto que el agua caliente puede limpiar la piel de impurezas, también es capaz de dañar las células de queratina presentes en la epidermis, lo que le da una apariencia seca.
- Agravar algunos trastornos cutáneos. Dado que el agua caliente seca la piel, puede agudizar afecciones como el eccema.
- Picazón. La temperatura del agua provoca que los mastocitos liberen algunas de sus sustancias químicas, entre ellas, la histamina, asociada a síntomas de la gripe como la picazón.
En ese sentido, y considerando que estas duchas pueden tener ventajas importantes, se recomienda que luego de bañarte con agua caliente, te apliques una crema hidratante, de modo que puedas evitar cualquier sequedad, irritación o trastorno cutáneo. Sin embargo, la mejor opción es siempre consultar con un especialista.