La buena imagen de tu baño se mantiene si limpias, por lo menos cada dos días, el lavamanos. Resulta que este elemento del baño es uno de los más usados, durante el día, y no es de extrañar que acumule sedimentos del agua, restos de crema dental, maquillaje, y en general mucha suciedad. Te decimos cómo realizar la limpieza de rutina del lavamanos, sin morir en el intento.

1. Usa bicarbonato de sodio

Usa bicarbonato de sodio para limpiar el lavabo

Moja el lavamanos con abundante agua, luego espolvorea el área de forma generosa con bicarbonato de sodio, se trata de formar una pasta. Y con ayuda de un cepillo de cerdas suaves o de un estropajo, talla la superficie del lavabo sin olvidar el grifo. Un cepillo de diente viejo te facilita alcanzar las rendijas y áreas difíciles. Al terminar de frotar, enjuaga con agua tibia hasta librarte de toda la mezcla, por último seca la zona con un toalla limpia.

2. Toallitas húmedas desinfectantes

Es muy fácil, intenta siempre mantener a tu alcance un paquete de toallitas húmedas desinfectantes, y durante el día frota el lavamanos para erradicar la suciedad reciente. Esta medida previene la formación de moho, y que algunos desechos se solidifiquen y adhieran a la superficie del lavabo.

3. El vinagre es efectivo

El vinagre es muy popular como agente limpiador y desinfectante. Pese a ello, no se recomienda su uso en superficies de color, como griferías negras o lavabos de cobre. Así las cosas, liga una 1/2  taza de vinagre y 1 de agua y vértela en un botella con atomizador, para luego rociar toda la superficie del lavamanos. Deja que la mezcla actúe por unos 15 minutos, luego frota con ayuda de una toalla y enjuaga con suficiente agua. No te olvides de secar el lavabo.

4. Prueba con jugo de limón

Si tienes algunas manchas reacias, el limón te puede ayudar. Realiza una pasta con 1/2 taza de bicarbonato de sodio y el zumo de 1 limón, unta el lavabo teniendo especial atención a los lugares difíciles. Talla con ayuda de un cepillo de dientes, y enjuaga de inmediato. Recuerda secar el exceso de humedad.

5. Un jabón suave para lavabos delicados

¿Tienes un lavabo de color intenso, latón o cobre? En este caso obvia el vinagre y el limón, estos ácidos podrían causar más problemas de los que resolverán. En sustitución usa un jabón suave, el de fregar los platos o un champú de bebé resulta. Limpia como acostumbras, y no te olvides secar con un paño de microfibra al terminar la tarea.

6. Agua tibia y jabón para lavabos de piedra

Las superficies de piedra son porosas, esto facilita que el sucio los gérmenes y bacterias se alojen en los lavamanos hechos con este material. Pese a esto, no se aconseja higienizar las rocas con productos químicos o ácidos, esto la arruinaría.

Lo que se recomienda es usar un jabón suave, agua tibia y un cepillo, intenta limpiarlo por lo menos todas la noches y no dejes agua en el área, por lo que debes secarlo luego de cada uso. Adquiere un producto para limpiar piedras, e intenta realizar una limpieza detallada cada semana.

7. Mantén a raya los malos olores de tu lavabo

Mantén a raya los malos olores de tu lavabo con estos trucos

Simple, pero efectivo para librarse de los olores fuertes que despiden algunos lavamanos, solo necesitarás:

  • 1/2 taza de soda negra y 4 cucharadas de bicarbonato, deja caer esta sustancia por el desagüe. Espera 10 minutos y vierte una olla de agua tibia.
  • Puedes probar también con 4 tazas de vinagre blanco tibio y 2 cucharadas de bicarbonato, vierte la mitad de los productos en el desagüe y deja actuar por 14 minutos. Abre el grifo y permite que el agua corra, repite el proceso con el resto de los productos.

De nada sirven unos lindos azulejos y unas plantas hermosas en tu baño, si no está limpio. Un lavabo sucio le creará una sensación de desconfianza a tus invitados, y es probable que prefieran resolver sus asuntos en otro lugar. Evita dar una imagen de persona descuidada, además poner estos hábitos en práctica, te facilita materializar una limpieza a fondo, cuando llegue el momento.