Puedes complementar tu ducha con accesorios de gran utilidad si vives con personas mayores o con movilidad reducida. Los hay fijos y temporales. Elegid aquel que sea más conveniente para facilitar a quien lo necesite la tarea de ducharse. Lo agradecerá enormemente y se desenvolverá con mayor comodidad.

Alfombras antideslizantes

Hay platos de ducha que ya de por sí son antideslizantes. Tal es el caso de los platos de ducha de carga mineral o de piedra natural. No obstante, si el de tu cuarto de baño es de cerámica, no viene mal que adquieras una alfombra antideslizante. Se sujeta a la perfección por medio de ventosas de succión, ofreciendo una gran estabilidad.

Esta tipo de alfombra puede complementarse con otra que se coloque justo en el exterior para pisar en ella nada más salir de la ducha. De esta forma, se evitarán los resbalones tanto dentro como fuera de la misma. En el mercado existen diversas opciones, como las elaboradas con microfibra.  

Asientos de ducha

Taburete de ducha

En este caso estamos ante un accesorio temporal de gran ayuda para las personas con movilidad reducida. Podrán disfrutar de una ducha sin esfuerzos y con total comodidad y seguridad. ¿Se puede pedir más?

Las patas de los asientos o sillas de ducha suelen tener conteras de caucho antideslizante para garantizar una buena estabilidad. También cuentan con respaldos y reposabrazos, aguantan cualquier peso y se pueden ajustar en función de la altura de las personas que la vayan a usar. Si lo preferís, podéis decantaros por un taburete de ducha.

¿Preferís ahorrar espacio? Entonces, optad por un asiento plegable ideado para la ducha. Va fijado a la misma y se puede bajar cuando se le vaya a dar uso.  Ofrecen una gran resistencia, llegando a aguantar incluso hasta 150 kilogramos. De ahí que sea ideal para cualquier tipo de persona.

Complementos de seguridad para duchas: barras asideras

Barra asidera

Las barras asideras son de mucha utilidad para evitar caídas al entrar o salir de la ducha. Si estás interesado en adquirir una, has de saber que la altura a la que se coloca depende de las necesidades o de la altura de la persona que la vaya a usar. Por lo general, suele situarse a una altura media de 110 centímetros.

Asimismo, el punto perfecto para fijar la barra asidera es aquel en el que la persona pueda sujetarse a ella para entrar o salir de la ducha; y en el que pueda desenvolverse con su ayuda a la hora de ducharse. Puede que tengáis que instalar dos, especialmente si el plato es de gran tamaño.

Barras de sujeción

Las barras de sujeción se diferencian de las anteriores al presentar un mayor tamaño. Lo que sí tienen en común es la forma de instalarse, ya que ambas van atornilladas a la pared. Tú decides cuál es mejor opción para la persona con la que vives para así suplir sus necesidades. Consúltalo si es necesario con ella.

Como ves, hay diversos accesorios de seguridad que podéis adquirir e incorporar a la ducha. ¿Por cuál os decantaréis?