Los grifos cromados son resultado de colocar una capa muy fina de cromo sobre una superficie de metal o plástica. De esta forma, se le añade resistencia al objeto. Su limpieza debe ser lo más cuidadosa y natural posible para no dañarlo. ¿Quieres conocer algunos consejos que te serán de gran utilidad para su cuidado y mantenimiento?
Evita productos abrasivos…
Hay productos que pueden dañar el cromado de los grifos, como los que contienen sosa cáustica o amoniaco. Por ello, si vas a utilizar algún producto químico, lee antes su etiqueta para asegurarte que no contiene los componentes que te hemos indicado. Igual de perjudiciales son los ácidos o los alcoholes. Elijas el que elijas, no lo dejes actuar más tiempo del necesario.
…y busca mejor productos naturales
En detrimento de los anteriores, opta por productos naturales como el vinagre. Además de ser un poderoso limpiador por sus propiedades antibacterianas, le dará a los grifos cromados de tu hogar el brillo deseado. Puedes diluirlo con agua y humedecer un trapo en la mezcla para pasarlo por la grifería.
Otras opciones igual de recomendables son el bicarbonato de sodio, especialmente útil para hacer desaparecer las manchas más oscuras; la sal gruesa, una solución rápida y fácil si se diluye con agua; la harina o el limón. Córtalo por la mitad y frótalo contra la superficie del grifo. Después, enjuágalo y sécalo con una bayeta limpia.
Seguro que tienes a mano cualquiera de los productos que te acabamos de indicar. Por el contrario, puedes optar por limpiar la grifería cromada a la antigua usanza. Es decir, mezclando jabón neutro con agua caliente, mojando un paño limpio en la espuma y pasándolo por la superficie. No te olvides de secarla bien cuando hayas terminado.
Utiliza bayetas suaves en la limpieza de los grifos cromados
No solo es importante evitar los productos abrasivos y decantarse por aquellos más naturales, ya que también es de gran importancia que el material con el que los apliques sea suave. Ejemplo de ello son las bayetas, los paños de algodón o las esponjas. Por el contrario, los estropajos no harán más que dañar los grifos cromados de tu hogar.
Limpia con frecuencia los grifos cromados
Lo ideal es que la limpieza de los grifos cromados la lleves a cabo de forma frecuente. De esta forma, evitarás que la cal propia del agua se acumule en ellos y que el agua que permanece sobre las superficies provoque humedad y hongos. Una solución es secar simplemente la grifería tras utilizarla. Puedes decantarte por una bayeta suave y limpia, tal y como te hemos indicado en el apartado anterior.
También debes asegurarte de eliminar los restos de productos de higiene corporal (champú o gel de ducha) que queden adheridos a la grifería, pues aunque no lo parezca, pueden provocar daños en la misma.
Siguiendo todos estos consejos, contribuirás al mantenimiento de los grifos cromados de tu hogar y a que luzcan prácticamente como el primer día. Y es que aunque su material sea duradero y fuerte, una mala limpieza puede hacer que vayan perdiendo propiedades como el brillo.