Si tienes pensado hacer una reforma o amueblar tu cuarto de baño por primera vez, seguro que te interesa saber de qué partes se compone una ducha. De esta forma, tendrás presente todo lo que necesitas para su instalación y para tomar la elección pertinente en relación a cada una de las piezas.
Cabeza de ducha

La cabeza de ducha es la pieza por la que sale el agua corriente. Para ello, consta de una boquilla perforada. Puede ser fija o ir unida a un flexo que te permita más movilidad a la hora de bañarte. En cualquier caso existe una gran variedad de diseños y estilos entre los que elegir. La mayoría, a su vez, da la opción de optimizar el flujo del agua.
Brazo de ducha

Como su nombre deja entrever, el brazo de ducha es el tubo que va conectado a la cabeza de ducha, así como a la tubería que se encuentra detrás de la pared. Se fabrica en diferentes metales y diseños para que armonice con el estilo del resto del baño. Este elemento desaparece cuando se trata de una ducha empotrada en el techo, con la que te sentirás como si te lavarás bajo la lluvia.
Escudo, una de las partes de la ducha
El escudo es una brida metálica que va conectada al brazo de la ducha con el objetivo de sostenerla a la pared y de tapar el agujero por donde sale. Los hay de diferentes tamaños y colores (plateados, dorados…), por lo que elige aquel que más pase desapercibido en tu ducha.
Grifo de la ducha
El grifo de la ducha suele estar formar parte del brazo de la misma. Es el que nos permite abrir el agua y modificar su caudal y temperatura. Al respecto, debes decantarte por un sistema monomando o termostático. El primero es el más simple. Cuenta con una única palanca que regula el caudal del agua hacia arriba o abajo; y la temperatura hacia los lados.
Mientras, un grifo termostático consta de dos mandos, uno a cada lado. Su mayor ventaja es que puedes mantener seleccionada la temperatura del agua cuando te duchas. Eso sí, si el nivel de cal del suministro de agua de tu vivienda es elevado, hazte con un descalcificador o decántate mejor por un grifo monomando.
Punto de cierre
Por último, el punto de cierre o llave es la parte que permite abrir y cerrar el agua que ingresa a la ducha. Al cerrarse, se debe presionar o girar muy bien para asegurarse de que el paso del agua se ha cortado perfectamente y no implica un desperdicio de la misma.
Estas son las partes de las que generalmente consta una ducha, pero también depende del tipo de sistema escogido. Por ejemplo, las columnas de hidromasaje implican la instalación en la pared de unos rociadores a la altura de las cervicales, dorsales y lumbares. La experiencia y las ventajas que ofrecen son las de una bañera de hidromasaje, con la ventaja de que son más baratas y ocupan menos espacio.