Aunque estemos en pleno auge del DIY (Do it yourself o ‘Hazlo tu mismo’ en español), hay problemas de plomería que sobrepasan nuestro conocimiento y llega el momento de llamar al plomero. Algunas señales son en especial alarmantes, por lo que en lugar de intentar ser un héroe y terminar con el agua hasta la cintura, debes acudir al experto de tu confianza. Aquí, las más conocidas.
1. La presión del agua es baja o se redujo de forma inesperada
Cuando se acumulan residuos en el aireador de un grifo o ducha, es común que la presión del agua sea baja. Por fortuna, este es un problema que se puede solucionar con desenroscar el aireador, limpiar los residuos y volver a atornillar.
Sin embargo, si la presión disminuye de forma repentina o limpias el aireador y no existe ningún cambio, el problema podría ser mucho más serio. ¿Qué tan grave puede ser? Bastante. Estaríamos hablando de una tubería fracturada, una fuga en el sistema y otros problemas que no puedes solucionar por ti mismo, así que llama a un plomero para que lo detecte y solucione.
2. El agua sale de color marrón
Son varias las razones por las que el agua de grifos y duchas sale de color marrón. La más común suele ser la presencia de hierro en el agua a causa de una tubería oxidada. Sin embargo, esta coloración también puede ser producto de un problema con el tratamiento del agua. Sea cual sea el caso, no intentes hacerlo por tu cuenta y corras riesgo, ve por lo seguro con un profesional.
3. El jardín se llena de pozos
Si no llueve, no es normal que tu jardín tenga grandes pozos de agua. Así, cuando los veas, puede ser una señal de que debes llamar al plomero, después de todo existe la posibilidad de que sea un problema asociado a su área de experticia.
Tener zonas de pasto más verdes que otras también es una alarma. Por ello, lo primero que verás revisar al profesional será tu sistema de riego por goteo en caso de posibles fugas. De estar todo bien en ese frente, la emergencia puede ser un poco más compleja. Sí, hablamos de daños en el alcantarillado subterráneo.
4. La casa huele a azufre o aguas servidas
Una casa con estos olores es inhabitable, y lo peor de todo es que pueden ser muchas las razones por las que se están filtrando estos desagradables aromas. En ese sentido, en lugar de intentar arreglarlo tú solo, deja que un especialista se encargue de detectar el problema y encontrarle solución.
En general, las causas incluyen un respiradero roto o una tubería de alcantarilla rota debajo de la casa. Estos son problemas que no se pueden ignorar, ya que además de querer mudarte, también se estarán afectando el ambiente y las bases de la vivienda.
5. La casa huele a gas
En esta situación, antes de llamar al plomero es probable que debas acudir a tu proveedor de gas y pedirles que corten el suministro. Luego, deberás airear la casa y no utilizar ningún electrodoméstico, incluso encender la luz es poco recomendable. Una vez hecho esto, contacta al plomero para que se encargue de la reparación de estas tuberías.
Debemos saber cuándo hacernos a un lado y solicitar los servicios de un profesional. Por ello, te mostramos algunas de las situaciones en las debes contratar a un plomero sin pensarlo dos veces.